Jan Kregel, profesor en el Lévy Economic Institute y en distintas universidades de prestigio, es considerado una de las grandes figuras mundiales de la escuela postkeynesiana. Acumula una gran experiencia en el campo de las finanzas y ha trabajado en el Informe de Comercio y Desarrollo que elabora la ONU. Recientemente viajó a Bilbao para participar en unas jornadas sobre la crisis financiera organizadas por el departamento de 'Economía Aplicada V' de la UPV. Su diagnóstico sobre la flexibilidad laboral que piden amplios sectores de la economía española es demoledor: facilitar el despido y bajar los salarios colapsaría la economía. Nunca, asegura, se ha demostrado que ese tipo de flexibilidad contribuya a reducir el paro.
-Trichet y Fernández Ordóñez recomiendan una reforma del mercado laboral español pero Zapatero se niega. ¿Cuál es la receta para acabar con el paro en España?
-No hay ningún caso en la historia en el que un aumento de la flexibilidad en el mercado laboral haya disminuido el paro. Estudios elaborados por el economista Robert Solo comparan economías con distinta flexibilidad y no muestran ninguna diferencia en sus niveles de desempleo. Flexibilidad en el mercado de trabajo significa individuos ocupando distintos tipos de trabajo. En un sector en declive los salarios deberían bajar y en uno en expansión deberían subir, de manera que el empleo se moviera de un sector a otro. En general, cuando las empresas hablan de flexibilidad no tienen esto en mente, sino que se preguntan: «¿Puedo reducir salarios? ¿Puedo despedir a la gente?». Aumentar la flexibilidad en una economía en recesión significa que se colapsará más rápidamente porque los sueldos bajarán y la demanda caerá. A largo plazo, la solución está en una política industrial más activa.
Fuente: elcorreodigital.com