Hace poco que publicaba el mapa de la vergüenza. Lo que no pensaba es que fuera a añadirle un lazo negro tan cerca. No me puedo imaginar el sufrimiento de su familia y Aingeru. Me abruma.
La violencia de género es mucho más que un mapa con puntos. Es una llaga que quema, que hiere a quién la sufre y quienes les rodean. Es el comentario jactancioso del machito que no recibe reprobación; es la mala mirada de una mala persona. Y, por último, el odioso brazo ejecutor de una cobardía mayúscula, que envuelve la incapacidad de asumir la libertad y la dignidad de otra persona.
No pude acudir a al concentración de esta tarde y, a pesar de lo evidente, no puedo dejar de condenar expresamente semejante acto de cobardía deleznable. Y tampoco puedo dejar de expresar mis condolencias y apoyo a su familia y allegados.
La violencia de género es mucho más que un mapa con puntos. Es una llaga que quema, que hiere a quién la sufre y quienes les rodean. Es el comentario jactancioso del machito que no recibe reprobación; es la mala mirada de una mala persona. Y, por último, el odioso brazo ejecutor de una cobardía mayúscula, que envuelve la incapacidad de asumir la libertad y la dignidad de otra persona.
No pude acudir a al concentración de esta tarde y, a pesar de lo evidente, no puedo dejar de condenar expresamente semejante acto de cobardía deleznable. Y tampoco puedo dejar de expresar mis condolencias y apoyo a su familia y allegados.