martes, 10 de julio de 2007

Reparto de poderes (competencias y capacidades)



Dado el interés que ha despertado el tema territorial, lanzo unas reflexiones sobre cual podría ser “mi modelo territorial ideal” para la España actual.

Para empezar, aclaro que “mi modelo territorial ideal” de España no se aleja mucho del que tenemos. Me da igual que se llame Estado Federal que Estado de las Autonomías. Estoy conforme con un reparto de competencias entre las Autonomías y el Estado central y de que exista la posibilidad de que las Autonomías puedan ir adquiriendo mayores poderes = responsabilidades. La clave está en el reparto de poderes (competencias y capacidades).

Por eso, me parece ridículo que la palabra nación despierte tanto interés. Tanto da llamar a España Nación de nacionalidades y regiones, que Estado plurinacional, que Nación de naciones, nacionalidades y regiones, que Confederación de Estados, o Estado Unitario de regiones autónomas. Si analizásemos el reparto de poderes entre Castilla y León y España, podríamos dar una definición (quizá cercana al modelo italiano, por ejemplo) y si miramos lo mismo con Euskadi, la conclusión sería distinta (Alemania o los EEUU se podrían acercar al modelo español).

El caso es que cada Comunidad Autónoma puede hacer el recorrido contando con el poder central, ya que también le afecta. Esto es lo que defiendo. El punto real de fricción con los nacionalismos periféricos dominantes no es otro que la capacidad del Estado en poner objeciones a la decisión dentro de cada Comunidad Autónoma.

En lo jurídico, el límite está en la Constitución y los propios Estatutos que nos rigen. Son democráticos. Ya he hablado en alguna ocasión de que la democracia que tenemos no es perfecta, pero no me vale aquello de es que yo no vote, es que en Euskadi hubo mucha abstención en la primera, y en lo segundo, mi aita se metía cosas malas en el cuerpo (sin ánimo de ofender) y no sabía lo que votaba. Jod!! Que si se llega a algún acuerdo de cambio de marco jurídico refrendado en Euskadi en las mismas condiciones (y sin que nadie tenga que llevar escolta por pensar distinto), considero que son sobradamente suficientes, por más que no esté de acuerdo con el nuevo marco!! Habré “perdido” democrática y limpiamente, pero el día siguiente seguiré siendo ciudadano de este país y reivindicando más derechos, mayores oportunidades para la juventud, etc. Y no estaré rayando continuamente con que si la abuela fuma y no pasa los porros.

En lo político, hablamos de límites en la soberanía, o dicho de otra manera en la capacidad de decidir. Aquí, hay algo muy claro: ni siquiera España tiene soberanía absoluta. ¿Cómo es posible reivindicar de España lo que no tiene? A mí que alguien me lo explique, porque en la actualidad lo que existe es una especie de co-soberanía o co-decisiones, desde la UE hasta las CCAA más avanzadas.

Aceptaría que se produjeran algunos cambios en la Constitución que establecieran un reparto territorial del poder más amplio hacia CCAA, provincias y municipios. Pero lo que me gustaría de verdad es que las listas de reparto de las competencias fueran actualizadas y más claras y, sobre todo, que se hiciera un mayor reconocimiento de la autonomía municipal.

Es en este ámbito donde realmente considero que se debe avanzar. Las CCAA tienen garantizada unas capacidades de decisión y autogestión lo suficientemente amplias. Éstas se han demostrado eficaces para gestionar los aspectos más determinantes de la vida de sus ciudadadanas/os: vivienda, asistencia social, sistema sanitario, ... Además, como he comentado, aún tienen recorrido constitucional para afrontar nuevas responsabilidades. El Estado, no es que sea residual, pero le quedan (en régimen exclusivo o muy preponderante) materias que tienen que ver con temas de amplia envergadura, como son el ejército, la Seguridad Social ( con su sistema de pensiones), Relaciones Exteriores, Derecho Penal, ...

Por lo tanto, en la actualidad, el cambio de reparto de poderes se tiene que dar desde el Estado y las CCAA a las entidades locales: diputaciones y, sobre todo, ayuntamientos. La experiencia ha demostrado que la administración local ha sido capaz de gestionar sus recursos con una gran eficacia, ejerciendo en multitud de ocasiones políticas que, jurídicamente, no les corresponden, como es la implementación del bienestar social. En el futuro, tendrán un papel importante, por ejemplo, en la aplicación de la Ley de Dependencia, ya que muchas personas se va a acercar a su ayuntamiento a demandar la asistencia, por la cercanía de los responsables municipales.

Necesitan más autonomía y mejor financiación. Con ello, podrán responder a las demandas ciudadanas y, si no lo hacen, responderán en las urnas. En el ámbito local es donde la democracia se hace más palpable a las/os ciudadanas/os. Aquí es harto complicado engañar a la gente, porque sabe el terreno que pisa.
Todo esto no quiere decir que no esté abierto a nuevos panoramas. En el futuro se puede pensar en una España diferente, Federal, ¿por qué no? Podría ser una respuesta al sentir diferente de las diversas regiones y a la evolución en la gestión de las diversas competencias. Sin embargo, considero más prioritario en la actualidad, el avance hacia la delegación de poderes (competencias y capacidades) a las entidades locales, que está bastante retrasado respecto a las regiones más amplias.


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