martes, 7 de diciembre de 2010

Condena al asesinato de Cristina

Hace poco que publicaba el mapa de la vergüenza. Lo que no pensaba es que fuera a añadirle un lazo negro tan cerca. No me puedo imaginar el sufrimiento de su familia y Aingeru. Me abruma.

La violencia de género es mucho más que un mapa con puntos. Es una llaga que quema, que hiere a quién la sufre y quienes les rodean. Es el comentario jactancioso del machito que no recibe reprobación; es la mala mirada de una mala persona. Y, por último, el odioso brazo ejecutor de una cobardía mayúscula, que envuelve la incapacidad de asumir la libertad y la dignidad de otra persona.

No pude acudir a al concentración de esta tarde y, a pesar de lo evidente, no puedo dejar de condenar expresamente semejante acto de cobardía deleznable. Y tampoco puedo dejar de expresar mis condolencias y apoyo a su familia y allegados.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad que me conmovio su escrito,soy argentina y dejame que te digas que ultimamente acá también se incrementan los casos de violencia de genero,es un fenomeno que más allá de las politicas excasas sigue creciendo y cuando el estado interviene es porque ya hubo alguna victima. Me gusta mucho tu blog,lo leo amenudo. Un abrazo desde Cordoba,Argentina

Edu Castañeda dijo...

Aquí la batalla se está librando en el plano de la deslegitimación de las posturas de dominación del hombre sobre la mujer. Después de aprobar una Ley Integral contra la Violencia de Género y poner medios (claramente mejorables), han aumentado las víctimas mortales.

Si hay más medios, lo que falta es conciencia ciudadana y tolerancia cero hacia los gestos de "hombría" mal entendida. El asesino de Cristina tenía atemorizada a la gente que le rodeaba. Nos hace falta armarnos de valentía y fortaleza moral para imponernos a ese tipo de gente, pero somos más y mejores.

Un abrazo desde el otro lado del charco.